jueves, 19 de febrero de 2015

¡VIVA GRECIA!

Escribo estas líneas sin saber qué sucederá en las próximas horas y tal vez Grecia tenga que ceder y de nuevo Alemania bramará über alles pero para algo Lord Byron naufragó en las costas del Egeo y yo también quisiera hacerlo, perdonad el exceso poético.
No entiendo a ciertos presuntos socialdemócratas que jalean desde España el hundimiento de Grecia.
Esto no se para, encarnizados enemigos, y aunque Varufakis sea humillado en Bruselas existe una Europa patriota dispuesta a recuperar la soberanía que algunos tecnócratas aspiran a ver definitivamente liquidada.
No se puede condenar a una nación a la miseria, sean cuales sean sus pecados pretéritos. Alemania debiera saberlo bien y el ministro De Guindos, en fin, mostrarse más cauto porque como ciudadano soy uno de muchos de los que dan por bueno el dinero prestado a los griegos frente a los miles de millones que nos costó rescatar bancos en quiebra tras una gestión fraudulenta.
Demagogia, señala desde su púlpito el erudito. Los tecnócratas agitan ahora en lo alto fórmulas milagrosas: contrato único, mochila austriaca, bla bla bla. Se trata simplemente de proceder a la demolición del estado del bienestar (obsoleto, califican) con la vana ilusión de instaurar una Arcadia capitalista que no funciona del todo ni en la Meca del capitalismo y si no, que se lo pregunten a Obama que, discurso tras discurso, apunta a la desigualdad radical como el principal cáncer de la sociedad estadounidense.
Sea como sea, y mandando a tomar por culo todo circunloquio pretendidamente científico, yo estoy con Grecia porque estoy con quienes exigen que se frene la lógica de una austeridad que se traduce en viejos sin calefacción y jóvenes sirviendo pintas en los pubs de Londres.
Porque creo que merece la pena pelear por lo que es justo.
Mañana aplaudirán la derrota de Grecia (si es que se produce) tanto la derecha montaraz como cierta pseudoizquierda leve, mucho más preocupada por Syriza que por Amanecer Dorado, pero la única lucha que se pierde es la que se abandona y, sí, esto tiene el tono inflamado de los panfletos pero a veces hay que decir lo que hay que decir sin importarnos lo que otros digan.
Aunque sólo sea para levantarnos el ánimo, qué caramba.
Hasta la victoria siempre y todas esas cosas.

1 comentario:

  1. Un abrazo Dani y permiso...

    http://eltemplodelasborracheras.blogspot.com.ar/2015/02/daniel-serrano.html

    ResponderEliminar